Stranger Things

Podría dar muchos motivos para explicaros el por qué es estrictamente necesario ver esta serie, como por ejemplo: que, el elenco coral de actores de los que se compone, encabezado por la gran Winona Ryder (GRACIAS de nuevo Netflix) y el descubrimiento a título personal de la gran Millie Bobby Brown, como Eleven (metienelocanolopuedoevitar), está a la altura más que de sobra haciendo que la trama luzca aún más si cabe. Que es una orgía de guiños al cine de los 70 y los 80, recordándonos irremediable y conscientemente a películas como E.T., Los Gonnies, Alien, Poltergeist, Encuentros en la tercera fase e incluso Pesadilla en Elm Street mezclado con la esencia de historias al más puro estilo de Stephen King. Que los ocho episodios hacen que el envase sea perfecto para la historia; la cual se compone de misterio, aventura, suspense y una pizca de terror con un final de temporada muy bien resuelto pero a la vez abierto para futuras temporadas. Y, ¿lo más importante? Que no parece una serie homenaje. Cuando estás viendo Stranger Things, crees que está hecha en 1984.

Podría deciros todo esto y mucho más pero, la verdad, es que no encuentro ningún motivo por el cual no debáis verla. 

A destacar la BSO: tan protagonista, importante y necesaria como cualquiera de los personajes de la serie. Desde la música de la INTRO hasta el resto de canciones que la forman. Todo maravillosamente vintage y adictivo.

Espero que la disfrutéis tanto como yo. 
A mí, sobra decir que, me ha enamorado.

Nessa ©

PD: Ojito al montaje carátula de cinta VHS.